La respuesta es muy sencilla, PASIÓN,
pasión por un deporte, pero no un deporte cualquiera, sino el único que es
capaz de hacerme estar cada fin de semana ahí frente al televisor viendo cada
Gran Premio, el único por el que soy capaz de madrugar a las 8 de la mañana
para ver el Gran Premio de Australia, el de Malasia… ó incluso yendo más lejos…
madrugar a las 6 de la mañana para ver esos emocionantes “previos” que nos
ofrece Antonio Lobato, del Gran Premio de Japón y China al final de temporada,
donde esta todo al rojo vivo; un deporte que hace que cada domingo me levante
con una ilusión pensando ¿qué pasará?, un deporte por el cual me tiro toda la
pretemporada esperando con ganas e ilusión esa primera carrera del mundial, un
deporte que me pone los pelos de punta en cada clasificación, en cada carrera,
en cada adelantamiento, en cada accidente, en cada pit-stops… en definitiva un
deporte, por el que vale la pena sufrir!!!
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